En varios países del mundo, principalmente en Latinoamérica, la Nochebuena y la Noche Vieja son celebraciones que van acompañadas de una gran cena con platos típicos que varían según la zona y que resulta imposible comérsela toda en una sola noche.
¿Qué se hace con lo que queda? La tradición de cada Navidad y Año Nuevo es recalentar la comida que quedó para disfrutar por más tiempo de esas comidas que suelen ser estacionarias y tener una excusa de volver a reunirse en familia.
A pesar de esto, hay comidas que son un poco más delicadas de recalentar y hay otras que incluso pueden dañarse si no son guardadas de forma adecuada.
Tanto antes como después de haberse guardado, lo principal es que cuides la temperatura en la que se encuentra la comida. Después de haber preparado toda la cena, esta debe mantenerse a unos 70 grados Celsius por un lapso de tiempo no mayor a dos horas.
Mientras que, al guardarse, el refrigerador debe estar en al menos cuatro grados centígrados y en las repisas más altas para recibir el mayor frío posible.