Las varices son venas agrandadas y tortuosas que suelen aparecer en las piernas. Aunque no son una amenaza para la vida, pueden ser dolorosas y antiestéticas. La alimentación juega un papel importante en la prevención y el tratamiento de las varices.
Una dieta saludable puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y reducir los síntomas de esta condición.
Alimentos recomendados:
Ricos en fibra:
Verduras de hojas verdes (brócoli, col rizada, espinacas, etc.)
Frutas (aguacate, manzana)
Cereales integrales (avena, cebada, arroz integral)
Frutos secos (semillas de chía)
Legumbres (lentejas)
Con vitamina E:
Almendras, avellanas, semillas de girasol
Aguacate, aceite de oliva
Mango, pescado
Verduras de hoja verde (espinacas, rúcula, etc.)
Con vitamina B3:
Atún, pollo
Con Omega 3:
Pescados grasos (salmón, atún, sardinas)
Frutos secos (semillas de lino, de chía, nueces)
Yogur, huevos, leche, bebidas de soja
Otros consejos:
Beber mucha agua: La hidratación es esencial para la salud de las venas.
Evitar el sobrepeso: El exceso de peso aumenta la presión sobre las venas.
Hacer ejercicio regularmente: El ejercicio ayuda a mejorar la circulación sanguínea.
Evitar estar de pie o sentado durante largos períodos de tiempo: Levántate y muévete cada 30 minutos.
Elevar las piernas al descansar: Esto ayuda a reducir la hinchazón.