Cinco pozos petroleros del bloque 43 ITT han sido cerrados desde el 28 de agosto, en cumplimiento del mandato popular para dejar el crudo bajo tierra.
Según el Ministerio de Energía, otros cinco pozos serán clausurados antes de finalizar diciembre de este año, dentro de un proceso que tomará más de cinco años en completarse.
El plan de abandono, y ejecutado por Petroecuador y supervisado por el Ministerio de Ambiente, incluye la extracción de equipos, limpieza de crudo y sellado con cemento de los pozos.
Este bloque, uno de los más importantes de Ecuador, ha visto una disminución en su producción, pasando de 80 mil barriles diarios en 2019 a 51 500 en agosto de este año.
El cierre total de los pozos se estima costará $1.400 millones.