Tirone Pastor Cedeño Indaburo, de 39 años, propietario de un asadero de pollos en el cantón Montalvo, había denunciado las amenazas y extorsiones que recibía de parte de una organización delictiva.
Los delincuentes le exigían el pago semanal o mensual para darle “protección” y no atentar contra su vida.
Pastor, como le decían sus allegados, se negó a pactar con la delincuencia y pese a las advertencias continuó trabajando hasta la noche del martes cuando lo mataron.
Dos hombres a bordo de una motocicleta llegaron al local, el copiloto descendió a la moto y disparó contra el comerciante, testigos del hecho contaron que el criminal en su huida siguió disparando logrando matar no solo a Pastor Cedeño, sino también a Jefferson Ricardo Cuadro Monar, de 31 años.
Cuadro era un cliente que tras la balacera trató de ponerse a buen recaudo atrás de un poste, pero fue alcanzado por las detonaciones. Su cuerpo quedó en la vereda del asadero.
La balacera alteró la calma del sector comercial de Montalvo más aún cuando a pocos metros del doble crimen se registró un conato de incendio.
“Los comerciantes cerraron sus negocios, las personas corrían de un lado a otro y en medio de la confusión hasta un niño de once años se perdió por unos minutos, fueron momentos de mucha tensión”, señalaron los vecinos del sector.
La muerte de Pastor Cedeño puso en evidencia la situación que atraviesan comerciantes en el cantón Montalvo.
Algunos han decidido cerrar sus negocios debido a que no cuentan con el dinero que piden los extorsionadores y otros, obligados por el temor y las amenazas ceden a pagar o a llegar a acuerdos financieros con los grupos delictivos.
“Lo que pasa con los comerciantes de Montalvo también sucede en Babahoyo, en Quevedo, las autoridades lo saben, muchos han denunciados los hechos, pero no hay protección, estamos indefensos y expuestos a lo que hagan los grupos delictivos”, comentaron algunos comerciantes quienes por temor prefieren mantener el anonimato.
Los Ríos sigue siendo una de las provincias más violentas del país, esto pese a que la Gobernación y el bloque de seguridad indican que realizan planes estratégicos y operaciones para contrarrestar hechos de violencia.