El 9 de octubre, más de 20 sujetos armados intentaron asaltar un convoy del Banco Central del Ecuador (BCE) que transportaba valores monetarios en el kilómetro 90 de la vía Cuenca-Molleturo. El BCE emitió un comunicado esta tarde y calificó el ataque como un «hecho atroz» que acabó con la vida de un custodio.
A pesar de la violenta emboscada, el equipo de seguridad del BCE logró evitar el robo, pero el enfrentamiento dejó un saldo trágico: un custodio fallecido y ocho personas heridas.
El hecho ocurrió alrededor de las 09:30, cuando el convoy, compuesto por un vehículo blindado y cuatro automotores de seguridad, fue emboscado por delincuentes que utilizaron tres volquetas y dos camionetas para detener su avance.
Armados con fusiles y explosivos, los atacantes provocaron un intercambio de disparos que resultó en la muerte de un miembro del equipo de seguridad del BCE y heridas a ocho personas, entre ellas un trabajador de un restaurante cercano.
La Policía y el Ejército intervinieron para asegurar la zona, mientras los delincuentes huyeron en tres vehículos, dejando abandonadas las volquetas, una de las cuales fue incinerada. En las diligencias posteriores, la Fiscalía detonó de forma controlada tres granadas encontradas en el lugar y continúa la investigación, aunque hasta el momento no hay detenidos.
Las autoridades siguen en búsqueda de los responsables, usando drones y otras herramientas para localizarlos.