El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, confirmó que no invitará al presidente Daniel Noboa a la sesión solemne por la Independencia de Guayaquil. «Me persiguen y mi negocio, que es el que me da de comer, está cerrado», afirmó Álvarez.
La máxima autoridad municipal argumentó que su decisión está vinculada a la complicada relación con el Gobierno Nacional.
Aunque en agosto existía la intención de realizar una sesión conjunta con el Ejecutivo, el alcalde decidió descartarla debido a lo que considera una persecución.
«No puedo ser falso», declaró al referirse a la situación que enfrenta su empresa familiar, Copedesa, que fue clausurada en septiembre.
La Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos (ARCH) cerró varias gasolineras de Copedesa, vinculando la medida con el caso Triple A, una investigación sobre un presunto esquema de contrabando de combustibles, según declaraciones del secretario de Integridad Pública, José Julio Neira.