La situación en Oriente Medio se calienta. Ante la creciente tensión entre Israel e Irán, el gobierno de los Estados Unidos ha tomado una medida drástica, y ha iniciado un proceso de evacuación de sus diplomáticos y sus familiares, siempre y cuando no sean esenciales. Además, Donald Trump ya ha advertido sobre la posibilidad de que se involucren de manera directa en el conflicto.
Según fuentes federales, un avión del gobierno ya trasladó a varios diplomáticos y a sus familiares que pidieron salir del país. Poco después, el embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, anunció en la red social X que la embajada estaba preparando vuelos de evacuación y el uso de barcos privados para ayudar a otros ciudadanos estadounidenses a salir.
Además, aunque Trump ha dicho que no desea atacar, ha dejado claro que está listo para actuar si es necesario. Estos movimientos, junto con el despliegue de aviones y buques de guerra estadounidenses hacia la región, aumentan la preocupación de que el conflicto actual pueda escalar y convertirse en una guerra de mayor alcance.
La embajada en Jerusalén ha permanecido cerrada desde el lunes y lo seguirá estando al menos hasta el viernes, con el personal restante resguardado en las instalaciones. La tensión es palpable, y el mundo observa con cautela los próximos pasos en esta complicada situación.