La cota del embalse de Mazar del Complejo Hidroeléctrico Paute Integral se acerca cada vez más a su nivel máximo, a los 2.153 metros sobre el nivel del mar (m s. n. m.)., tras empezar su recuperación en diciembre del 2024 y haber estado cerca del nivel de riesgo.

Este sábado llegó a los 2.143 m s. n. m., es decir, está a 10 metros de llegar a los 2.153 m s. n. m., según el reporte de la Corporación Eléctrica del Ecuador. La cota mínima es de 2.098 m s. n. m.

A las 04:00 se ubicó en 2.143,01 metros y a las 08:00 había subido a 2.143,22 metros sobre el nivel del mar.

Esta recuperación se ha complementado con las lluvias que se han registrado en la zona del Complejo Paute, que se encuentra en la provincia del Azuay, al sur de Ecuador, y el mantener la operación esporádica de las tres centrales, Mazar, Molino y Sopladora, pero principalmente de Mazar.

La hidroeléctrica Mazar tiene una capacidad de generación de 170 megavatios (MW); Molino, de 1.100 MW, y Sopladora, de 487 MW. Entre las tres aportan con 1.757 MW al sistema nacional interconectado (SNI).

“Se han recuperado ciertos caudales, principalmente en Coca Codo Sinclair y en el Complejo Paute”, dijo el viceministro de Electricidad y Energía Renovable, Fabián Calero, a Noticias Oromar el 9 de enero.

En diciembre pasado comenzó la recuperación del nivel del embalse, que durante los racionamientos, en varias ocasiones entre octubre y noviembre, se acercó al nivel considerado de riesgo, 2.110 m s. n. m. Aunque para el Gobierno la cifra oficial de cota mínima es 2.098 m s. n. m., para los expertos en temas energéticos el nivel operativo normal es cuando se encuentra en 2.115 m s. n. m.

La diferencia de todo el Complejo Paute frente a otras hidroeléctricas, según el funcionario, es que cuenta con el embalse de Mazar, que “permite regular la cantidad de potencia y almacenar energía en forma de agua para varias semanas”. Mientras que en Coca Codo Sinclair, por ejemplo, tiene un embalse compensador, que permite durante cuatro horas alcanzar la potencia máxima. La capacidad de generación de esa central es de 1.500 MW.

Calero explicó que durante la época de sequía que enfrentó el país, “la más crítica en los últimos 61 años”, en Mazar se tenían caudales de un metro cúbico por segundo (m³/s) y que “en este momento” está en promedio de 100, 120 a 140 m³/s, “entonces volvió ese caudal que nos está permitiendo recuperar Mazar”.

Ecuador tuvo apagones programados desde el 23 de septiembre hasta el 19 de diciembre del 2024 en el sector residencial y hasta el 31 de diciembre en el industrial.

Además que no están utilizando el embalse de Mazar, es decir, se está “guardando la mayor cantidad de energía, optimizando el uso de los embalses en este momento, estamos intensificando la utilización de las centrales térmicas y también la importación de Colombia”, aseguró el viceministro.

El río Paute es uno de los que llegan al embalse de Mazar. En este afluente, de entre otros, confluyen los cuatro ríos de Cuenca: Tomebamba, Machángara, Tarqui y Yanuncay, que para el viernes 10 de enero sus caudales se encontraban en estado normal y la probabilidad de lluvias para ese día era del 72 %, según la Empresa Pública Municipal de Telecomunicaciones, Agua Potable, Saneamiento y Gestión Ambiental (Etapa) de la capital azuaya.

Y para no depender de las hidroeléctricas, Calero señaló que están adquiriendo “más de 1.000 MW en nueva generación termoeléctrica, varias (plantas) de esta generación ya están siendo construidas y están (realizando) procesos adicionales de licitación para incorporación de nueva generación”.